← Back to portfolio
Published on

Manual de estilo | Witolda

Complejo sí, complicado no

Gombrowicz es un autor complejo, aunque decir esto, y explicar por qué, puede ser bastante simple e incluso llevadero. Lo que más nos interesa es el segundo de estos términos.

Cuculeítos formales

Esta no sería una revista sobre Gombrowicz si no incluyera juegos, enrevesamientos e incluso provocaciones alrededor de la forma. Pero sospechamos que se alejaría un poco de su forma revista si no fuera entradora. ¿Qué significa que sea entradora? Que sea transparente, amena.  Distendida, incluso. Que leer incomode, sí, pero que haya algo de lúdico o provocador en eso, para que no se agote en el vacío.

Ceci n'est pas un paper

Pero entonces, ¿vale citar? Sí, claro. Aunque mejor si se hace en un apartado al final, como material de consulta –o como recomendación de amigos. O, mejor todavía: si se cita al interior del texto. En rigor, cualquier formalidad académica va a ser mirada con suspicacia. Así que no, las notas al pie no serían una opción ideal.

Es el ferdydurkismo, estúpido

¿La revista privilegia material especializado? Sí, claro. ¿Y apunta a lectores también especializados? Bueno, sí y no. Claramente, le vamos a estar hablando a lectores de Gombrowicz, y queremos decir, en la medida de lo posible, algo nuevo, que no se haya dicho y repetido hasta el cansancio. Pero apuntamos a un plusvalor. Creemos que tiene que haber una zanahoria en todo esto, y ahí está la magia: que el que no sepa ni quién fue este polaco demente, ni qué hizo, ni por qué ni para qué, se lleve algo de todos modos. Idealmente, las ganas de leerlo, y disfrutarlo, y recomendarlo con sus amigos y salir a predicar la buena nueva witoldista a tías culturales. En el peor de los casos, que ese algo signifique googlearlo. Nosotros, chochos.

De qué hablamos cuando hablamos de leer

Es probable, si no casi seguro, que internet haya cambiado el modo en que se lee. Nosotros queremos editar una revista en papel, pero para lectores que consumen noticias desde la  pantalla de un celular. Esto significa que apuntamos a gente que lee en subte, tren y colectivo en hora pico, y que está rodeada de distracciones. Sabemos que cada texto tiene su música y su cadencia propias, pero entendemos que si las oraciones, los párrafos y las subordinaciones son concisos suenan más fuerte. Y que si son coloquiales suenan más cerca. En síntesis. La recursividad nos parece maravillosa, pero no del todo aconsejable. La coloquialidad nos parece del todo aconsejable.

Y lo último: un poco de picante

Acá hay otro plus. Es un agregado particular, así que no nos vamos a poner exigentes con esto. Pero siempre que pueda haber un poco de humor, un codazo socarrón o un guiño simpático, va a ser bienvenidísimo. Por supuesto, no esperamos un show de stand-up. Pero si el texto puede generar en el otro aunque sea el amague de una sonrisa, creemos, llega más lejos y cala más hondo.